Hoy se cumplen diez años desde que dejé de vivir en España. Fueron siete años allá. Siete años exactos, porque había llegado otro 7 de septiembre: el de 2007. Fueron unos años hermosos, cargados de descubrimientos, de experiencias, de sorpresas, de amor, de tristezas, de expectativas y desengaños, de encuentros y desencuentros, de llegadas y despedidas, de aprendizaje. No tengo pruebas pero tampoco dudas de que sería una persona muy diferente de la que soy si nunca me hubiera ido a vivir allá.
Cada tanto me preguntan si extraño Madrid. No sé bien cómo responder esa pregunta; extraño, en todo caso, ciertos aspectos de mi vida allá, situaciones, contextos, amistades, un momento vital, y no tanto a la ciudad; aquella ciudad, además, según me cuentan, ya no existe. Pero siempre estaré enamorado de Madrid, al menos de aquella Madrid. Ese amor persistirá. Hace poco me preguntaron qué etapa de mi vida me gustaría volver a vivir. Respondí con otra pregunta: ¿volver para cambiar cosas o volver para vivir igual? Para vivirlos igual, volvería a mis años en Madrid. Escribí una novela cuyas acciones transcurren en aquella Madrid. Tardé años, la terminé hace poco. Ojalá no pase tanto hasta que circule, hasta que quienes quieran de ustedes la puedan leer.
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| Saqué esta foto una tarde de la primavera de 2009 |